martes, 29 de junio de 2010

Tarde de Mates

Hay un frasco con azúcar abierto y una cuchara dentro de él. Unos criollos, y un tarro con dulce de leche que está abierto y tiene un cuchillo, impacientente por untar los criollos. También hay un plata con otra cuchara, esa servirá para tirar la yerba cuando este muy lavado el mate. Al lado de ese plato está un paquete de yerba, para rellenar una vez se vacíe el mate. Todo está perfectamente desplegado alrededor del mate que está en el centro del individual. Llena el termo. Pone yerba y un poco de azúcar en el cuenco, le pone la bombilla.

Sirve la primera tanda de mates, digamos, desde el primero hasta que se vacía la bolsita de criollos, que sería el mate 10 (porque los toma lentamente, saboreándolos) en esta primera tanda no le pone mucha azúcar, porque los criollos con dulce de leche lo compensan. Es en esta ronda cuando solo ve los placeres de la vida, disfruta de cada bocado, de cada succión en la bombilla, en una ocasión se acuerda de alguien, pero ese recuerdo sólo dura un instante. Por la ventana ve como el sol se acerca al oeste, y la temperatura es agradable, con una remera manga larga ya le alcanza.

Empieza la segunda ronda de mates que estaría marcado desde que se acabaron los criollos y concluiría cuando cambia la yerba, para hacer cierta simetría, esta tanda también será de 10 mates. Pero éstos son más rápidos, más azucarados. Esta vez en mundo exterior entra en esa mente, en la forma de un tema que pasan por la radio (que recién se entera que estaba prendida). Un poco de nostalgia lo invade, pero no se atreve a penetrar muy hondo en sus pensamientos. Recuerda a cierta persona, pero evade rápidamente pensando en la letra de la siguiente canción. Se termina de lavar el mate, así que la cambia con cierto ritual y cierto silencio mental. Está oscureciendo.

Y esta, que consideraremos la tercera tanda de mates y la última tanda del termo, que se considerara como final de la camada al mate numero 27 mate que se llevará la última porción del agua que estaba en el termo. En esta ronda la azúcar va a ir en cada mate, junto con una creciente rabia que no puede terminar de disimular (disimular para nadie pues esta solo) por todas esas cosas que no hizo, esas oportunidades que desaprovecho, esas palabras que, pensándolo después, debería haber dicho y le hubiesen cambiado su vida (porque con el tiempo lo ve como una panacea, sin reflexionar en lo que en realidad hubiera sido) en fin se arrepiente de su pasado, se opone a su presente y se ve amenazado por su futuro. Empiezan todas las preguntas retoricas que lo dañan. Finalmente se acaban esos mates, a los cuales odia por dentro.

Intermedio: se acabó el agua del termo, el sigue enojado, pone a calentar más agua. Mientras tanto busca una campera porque ya hace frío. La habitación esta en penumbras pero él no siente la necesidad de prender una luz, el calor se está yendo, la rabia mengua su poder junto con el sol que casi no se ve. Llena nuevamente el termo.

Cuarta tanda (o primera del segundo termo si se cree en una historia circular y no lineal, o quizás sea espiralada la historia, en cualquier caso). Esta durará evidentemente desde ese segundo primer mate, y terminara en…. El mate numero 14, o quizás sea el 15. Ya la noche se apoderó del cielo, el frío ha llegado, así como la reflexión filosófica acerca de su vida, de las causas que llevaron a tomar las acciones que se reprochaba en la tanda anterior. Y detrás de todo, está el miedo, el miedo desnudo, miedo desaforado, pasivamente activo. Lo frenó en cada ocasión el miedo al cambio, porque sabe que cada cambio es una pequeña muerte de algo, y nunca quiere morir, incluso sabiendo que luego de esa muerte hay un seguro renacimiento, pero no es un renacimiento, es un nacimiento, porque luego del cambio no es el sino otro un él después de un cambio, por lo cual no es del todo él. Se deprime, pasan un tema de Vox Dei (Presente) y en un acto de desesperación apaga la radio. Unas lágrimas caen por sus mejillas sin saber que por miedo a morir ha muerto en vida.

La oscuridad es total, el mate se enfrió en la mano, que no tuvo el coraje de llevarlo hasta la boca. El silencio es absoluto. Se siente un sollozo, luego, un llanto de bronca, de desesperación, de impotencia. Sobre todo de impotencia.

1 comentario:

  1. Hermoso escrito. Cada palabra perfectamente conectada. Sentimientos que de esconden y vuelven a salir. Me pregunto¿Porque será el ultimo texto?

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